Es una monografía publicada en 1906 por el psiquiatra alemán Krapelin, uno de los fundadores de la psiquiatría moderna y adversario de Freud
Estos trastornos también los estudió Kraepelin en su libro de psiquiatría, comparándoles a los trastornos del lenguaje de sus enfermos, que sufrían de esquizofrenia
Algunos de los ejemplos de trastorno del lenguaje durante el sueño eran de otras personas, pero la mayoría de los ejemplos eran del propio Kraepelin, quien había recopilado estos sueños particulares durante más de 20 años.
En su monografía Kraepelin analizaba sus sueños particulares y presentó los tipos de asociaciones que habían producido los trastornos del lenguaje en sus sueños. Suponía que los mismos tipos de asociación causaban los trastornos del lenguaje de sus enfermos.
ESQUIZOFRENIA
La esquizofrenia es una de las enfermedades mentales más serias que ocasionan una gran perturbación en las relaciones sociales, familiares y labores de las personas que la sufren, que se inicia generalmente en la adolescencia, que tiene tendencia a evolucionar hacia la cronicidad y para la cual, no existe un tratamiento curativo en la actualidad, lográndose únicamente una remisión de los síntomas con el uso de antipsicóticos.
La esquizofrenia se caracteriza principalmente por la presencia de alucinaciones, ilusiones, paranoia y pensamiento confuso. Pueden presentarse uno o mas síntomas, o puede presentarse también síntomas caracterizados dentro de otros síndromes neuróticos o desórdenes de la personalidad, de tal manera que todavía no son claros los límites que definen a un individuo esquizofrénico.
FALTA DE SUEÑO
La falta de horas de sueño tiene consecuencias muy evidentes durante el día. Algunas de ellas son la tendencia a dormirse a todas horas, los cambios repentinos de humor, tristeza, irritabilidad, actitud pesimista y aumento del estrés y la ansiedad.
Diversas pruebas para estudiar la falta de sueño durante varios días dieron como resultado que, después del tercer día sin dormir, suelen manifestarse alucinaciones y locura temporal. Los estudios demuestran que las probabilidades de sufrir alguna enfermedad psiquiátrica aumentan en un 40 por ciento cuando los problemas para dormir se vuelven crónicos.
A nivel fisiológico, se ha visto que la falta de sueño también repercute en la habilidad para procesar la glucosa, lo que puede provocar altos niveles de azúcar en la sangre y favorecer la diabetes o un aumento de peso.
También provoca la disminución de la temperatura corporal basal, responsable, entre otras factores, de la constancia del ritmo cardíaco. Por lo tanto, en estas circunstancias pueden observarse arritmias o paradas cardio-respiratorias nocturnas.
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